Para el almuerzo se antoja un páncreas de borrego cocido al vapor y relleno de vísceras trituradas, que podrá saborear en Escocia. O si lo prefiere, el menú ofrece ojos de ternero asado en un mercado de África, algunas crestas de gallo en Barcelona y como postre, tal vez pediría una gelatina de nariz de alce en las gélidas tierras de Alaska.
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